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Tras las huellas de don Bosco: una experiencia que hace soñar

Los participantes del IV nivel de Salesianidad culminaron el 5 de junio un recorrido de 28 días por Italia, siguiendo las huellas de San Juan Bosco. La experiencia es organizada por el Centro Salesiano de Formación Permanente América de Quito (CSFPA). Este peregrinaje por los lugares que guardan la memoria de la vida y la obra de nuestro santo fundador, cierra el ciclo de 4 años de estudio del curso de “Iniciación a la Salesianidad”. 

El inicio del recorrido estuvo lleno de expectativas para los participantes, “poder estar en los lugares donde hemos sido fundados, llena de alegría el corazón, pues es conocer los sitios donde nació y se expandió el carisma salesiano” nos dijo el Padre Jesús Medrano de la Inspectoría de México – Guadalajara.

Comenzaron en Turín y continuaron en Annecy. Aquí recorrieron lugares significativos de la vida de quien los salesianos heredamos la espiritualidad y el nombre, deteniéndose particularmente en la Basílica de la Visitación, donde se encuentran los restos de San Francisco de Sales y de Santa Juana Francisca de Chantal. 

En Génova, los participantes pudieron visitar la casa salesiana amada por don Bosco como una segunda Valdocco y el puerto de donde partió la primera expedición misionera a América (van a ser pronto los 150 años). “Aquí pudimos reflexionar sobre lo que Jesús nos dice en su palabra: Vayan a todo el mundo a anunciar el evangelio y entender el propósito de nuestro carisma”, dijo Brigildo de Deus, Salesiano misionero de Argentina sur. 

Un momento especial fue la estadía en el Colle don Bosco con la casita de la infancia de Juanito. Allí revivieron el «sueño de los nueve años» que marcó el inicio de su misión. Este lugar produjo un gran impacto en todos los participantes, pues la visita coincide con el aniversario 200 del sueño. “Estar aquí realmente es una gracia de Dios. Don Bosco nos ha traído aquí, para llevarnos esta experiencia, conocer su vida sencilla y ver cómo desde un ambiente familiar pudo construir lo que ahora nosotros disfrutamos”, compartió el Padre Melvin Severino, de República Dominicana, de la Inspectoría de las Antillas.

En Turín, en el Oratorio de Valdocco, centro neurálgico de la Congregación, todos se sintieron en casa, caminaron por los lugares por donde Don Bosco vivió hasta su muerte, recogiendo de cada rincón un recuerdo, una anécdota, una experiencia pedagógica o espiritual. La basílica de “la maestra del sueño”, María Auxiliadora, fue como un imán del que muchos no podían despegarse.

Esta experiencia concluyó en Roma, con el encuentro con el Rector Mayor, Cardenal Ángel Fernández Artime. Los participantes tuvieron la oportunidad de conversar de manera cercana con él, además de compartir el cierre de su formación y recibir de sus manos los diplomas de finalización del curso del IV nivel de Salesianidad. El Hermano César Arrivillaga de la Inspectoría de Argentina norte, dijo que sintió “estar con el mismo Don Bosco, pues es una presencia significativa para nosotros salesianos, ya que nos inspira identidad y nos anima a seguir en la misión Salesiana.”   

A lo largo de 28 días recorriendo los lugares que marcaron la vida de Don Bosco y profundizando su carisma, los participantes vivieron una experiencia de honda comunión entre ellos y de intensa identificación con el don espiritual y la misión que el Espíritu sembró en sus corazones. Ahora llevan el alma llena, para contagiar y transmitir esta misma vida, en medio de los jóvenes que la Providencia les regaló. 

Para revivir este peregrinaje formativo puedes visitar el canal de Youtube del Centro Salesiano de Formación Permanente América:

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